¿Quién se atrevería a contradecir a Oscar de la Renta cuando afirmó que el vestido de novia "es el vestido más importante de la vida de una mujer"? Es el vestido con el que las novias sueñan, por el que se entusiasman sus mejores amigas y por el que sus padres derraman lágrimas. El vestido de novia es un sueño.
Algunos modelos son el reflejo de una época, otros han resistido al paso del tiempo y otros han dejado su huella en la historia de la moda nupcial ¡Echemos un vistazo a los vestidos más icónicos!
Si hay una persona que ha dejado una huella imborrable en la historia de los vestidos de novia, esa es la Reina Victoria. Como explicamos en este artículo, fue ella quien dio protagonismo al color blanco en las bodas luciendo un inmaculado vestido de William Dyce. Su boda en 1840 marcó un antes y un después, y en cierto modo, todos los vestidos idealizados con los que soñamos son gracias a ella.
Todo el mundo recuerda aún el espectacular vestido de mangas abullonadas, escote de volantes y cola etérea de ocho metros de largo. El vestido de Diana Spencer causó sensación en cuanto la novia bajó del carruaje y entró en la catedral de Sant Paul de Londres.
Junto a David y Elizabeth Emanuel, la futura Princesa de Gales, diseñó este vestido de tafetán de seda, adornado con encaje y 10.000 perlas, cuyas mangas abullonadas y escote con volantes se han convertido en leyenda.
Muchos años después, en 2011 para ser exactos, le tocó a Kate Middleton causar una impresión duradera con el vestido de novia diseñado por Sarah Burton para la casa Alexander McQueen. ¡El corpiño bordado de encaje y la elegante línea de este vestido hicieron, soñar a más de una! La diseñadora británica creó un vestido histórico, entre la tradición y la modernidad. La falda y el corpiño de satén marfil, ceñido a la cintura y acolchado en las caderas se diseñó y ensambló totalmente a mano en un meticuloso proceso que ha dado la vuelta al mundo.
Entre las princesas más icónicas se encuentra Grace Kelly. En 1956, la actriz se despidió de Hollywood para convertirse en la Princesa Grace de Mónaco, vistiendo una creación de la diseñadora estadounidense Helen Rose. Esta prenda histórica estaba confeccionada en tafetán de seda y tul, decorada con encaje antiguo. Con su cuello alto, mangas largas y corpiño ajustado, el vestido de Grace Kelly sigue inspirando a las futuras novias.
También en Mónaco, para su boda con el príncipe Alberto de Mónaco en julio de 2011, Charlene Wittstock confió en Giorgio Armani para confeccionar un vestido con 50 metros de seda “duchesse” y 80 metros de organza de seda, adornado con 40.000 cristales de Swarovski, 20.000 gotas de nácar y 30.000 piedras doradas. El vestido requirió un total de 2.500 horas de trabajo, 700 de las cuales, se dedicaron exclusivamente al bordado.
El 22 de mayo de 2004, observadores reales de todo el mundo pusieron sus ojos en España. El Príncipe Felipe, Príncipe de Asturias y heredero al trono español, se casaba con la periodista Letizia Ortiz. La novia no defraudó a los espectadores que querían vivir el tipo de asombro que solo una boda real puede proporcionar. Letizia lució un vestido diseñado para ella por Manuel Pertegaz con una cola de más de 4 metros de largo.
Los vestidos de ensueño no solo están reservados a las princesas. Algunas actrices, cantantes y "mujeres de" también han marcado su época con su vestido de novia. Fue el caso de Jacky Kennedy, cuando se casó con John Fitzgerald Kennedy en 1953. El vestido de Jacqueline Bouvier, diseñado por Ann Lowe, causó sensación y fue portada de todas las revistas de la época. Un vestido abullonado, elegante, espectacular y ¡acompañado de un deslumbrante collar de perlas!
Elizabeth Taylor, que se casó ocho veces, eligió un vestido muy diferente para su quinta boda en 1975. En lugar del tradicional traje blanco, la actriz optó por este vestido de gasa amarillo narciso, adornado con un broche de esmeraldas y diamantes regalado por su marido. Y a modo de corona de flores, una cascada de lirios y jacintos.
En 1966, a los 21 años, Mia Farrow se casó con Frank Sinatra. Con su corte juvenil, su aspecto moderno y su vestido corto, el “look” de la novia revolucionó la tendencia de la época e inauguró la moda de los vestidos de novia cortos adoptada por Audrey Hepburn y Sharon Tate.
A finales de los años sesenta, concretamente en 1969 cerca de Gibraltar, Yoko Ono se casó con John Lennon, el famoso cantante de los Beatles. La novia lució un vestido blanco, corto y desenfadado con un estilo deportivo que se desmarcaba de los vestidos tradicionales. El novio también optó por el blanco.
Las supermodelos, acostumbradas a esplendidas creaciones, también han tenido un impacto significativo en la historia de la moda nupcial. Cindy Crawford, por ejemplo, optó por un vestido corto tipo “sleep dress” con detalles de encaje para su boda a orillas del mar en 1998. De este modo, la modelo puso de moda las bodas en la playa.
Más recientemente, en 2011, Kate Moss pidió a John Galliano que creara para ella un vestido de novia bohemio y chic. El ex director de Dior aceptó el reto creando un vestido vaporoso y delicado a la vez. Un vestido que desde entonces se ha convertido en mítico.
A través de este artículo, el equipo de Finca Mas Solers espera haberte hecho soñar un poquito. Si eres una futura novia y quieres ampliar tus sueños de boda, no dudes en ponerte en contacto con nosotros para organizar tu boda de ensueño, en Cataluña.