Panorama de las supersticiones en torno a las bodas

Boda
Panorama de las supersticiones en torno a las bodas

A lo largo de los años, la libertad de los novios con respecto al protocolo y a las ideas comúnmente aceptadas ha evolucionado enormemente. Hoy en día, los novios pueden decidir romper con todo protocolo y reglas para celebrar una boda que refleje su estilo personal. Sin embargo, ciertas creencias siguen teniendo cierta relevancia para algunos novios. A continuación el equipo de wedding planners de Barcelona, Celeste Moments, te presenta algunas de las supersticiones más arraigadas en el mundo occidental de las bodas.

El velo

El velo forma parte del ajuar tradicional de la novia desde hace siglos. Sin embargo, para los antiguos griegos y romanos, el velo era más funcional que moderno. Creían que una novia necesitaba llevar velo para ser menos susceptible a las maldiciones y maleficios de brujas celosas y espíritus malignos que querían robarle la felicidad. Una vez que su rostro quedaba oculto, también lo hacían sus maldiciones. Para más información sobre los diferentes tipos de velos de novia, puedes consultar nuestro articulo aquí.

Los anillos

Existe una antigua advertencia de que, si a alguien se le cae un anillo durante la ceremonia, esa persona (independientemente de su papel: novia, novio, oficiante, padrino...) es la siguiente en morir… Para más información sobre los anillos de boda, puedes consultar nuestro articulo aquí.

La araña

A la mayoría de la gente no le gusta ver una araña, pero si aparece en el vestido de la novia, es buena señal. Según la tradición inglesa, a la novia le espera un futuro radiante.

La lluvia

La lluvia el día de la boda es algo por lo que todos los novios se estresan, pero según los cánones de varias culturas, representa una racha de suerte. Simboliza la fertilidad y la limpieza, y si alguna vez hubo un día perfecto para empezar con borrón y cuenta nueva, es el día de la boda.

Las tijeras

Otro de los ritos que siguen muchas novias para pedir que no llueva el día de la boda es dormir con unas tijeras debajo del colchón la noche antes de la boda.

El pastel

Muchos recién casados guardan la parte superior de la tarta en el congelador. Cuando se cumple un año de la boda, las parejas descongelan la tarta y se la comen juntos. Esta tradición se remonta al siglo XIX, cuando las parejas se comían la parte superior de la tarta conservada el día del bautizo de su primer hijo.

Los huevos

Una de las tradiciones más arraigadas en España es que los novios, concretamente la novia, haga una ofrenda de una docena o más de huevos a las monjas clarisas. Ellas rezarán para que, el día de la boda, el sol luzca y la pareja pueda disfrutar de su gran evento sin tener que mirar al cielo preocupados. Algunas de estas monjas clarisas se dedican a la venta de dulces artesanos y con estos huevos que entregan las parejas, se realizan nuevas hornadas de los postres tradicionales, como las magdalenas.

No ver al futuro/a novio/a

Cuando todos los matrimonios se concertaban por motivos de negocios y no por amor, al padre de la novia (que solía mediar en la boda para obtener beneficios económicos) le preocupaba que, si el novio veía a la novia demasiado pronto y la encontraba poco atractiva, la boda se cancelaría, lo que a su vez, deshonraría el nombre de la familia. Para no poner en peligro la reputación de la familia, nació la tradición de que los novios no se vieran antes del gran día, por miedo a que se cancelara la boda.

Cruzarse con una monja o un monje

Según la tradición británica, si los novios se cruzan con una monja o un monje (ambos hacen votos de castidad y pobreza) de camino a la boda, tendrán una vida estéril y dependerán de la caridad.

Etiquetas