Después del vestido de novia, lo que más llama la atención son los complementos de la novia, en especial el velo. El velo es un accesorio delicado y refinado que suele añadir un toque de tradición y delicadeza al vestido.
Los velos de novia tienen muchas formas y tamaños. Para ayudarnos a diferenciarlas, hemos pedido al equipo de wedding planners de Barcelona, Celeste Moments, que nos cuente un poco más sobre los orígines del velo de novia y nos presente los diferentes tipos de velos.
Como muchos rituales nupciales, el velo nupcial tiene un origen pagano. En la Antigüedad, se consideraba un amuleto de la suerte. Protegía a la novia de la mala suerte y le garantizaba un matrimonio feliz.
En la Edad Media, el velo fue introducido en las ceremonias religiosas. Confeccionado con un tejido opaco, cubría completamente a la futura esposa, el objetivo del velo era ocultarla de todas las miradas: de las de los invitados y también de la de su futuro marido (ya que, en muchos casos, los novios se conocían por primera vez en el altar).
En aquella época, era costumbre cortar el velo de novia en cintas después de usarlo el día de la boda y dárselas a las damas de honor, que se lo colocaban en la muñeca, como símbolo de su celibato. Después del Renacimiento, también era habitual cortar el velo de novia en cuadrados más grandes, donde se colocaban almendras garrapiñadas, que se regalaban a los invitados al final de la boda.
Los velos de novia suelen dividirse en 2 grandes categorías: los velos largos y los velos cortos. Dentro de cada categoría, los velos se separan según su longitud.
Velo francés
Mide unos 10cm (hasta la nariz).
Ideal para vestidos vanguardistas. Las novias más atrevidas también lo pueden llevar con unos pantalones y una americana.
Este velo de novia nace en la parte superior de la cabeza y cae por el rostro cubriendo los ojos y llegando hasta la altura de la nariz. Deja entrever el rostro. Sienta muy bien tanto con vestidos cortos como con vestidos midi o largos rectos, que no tengan volumen.
Velo blusher
Mide unos 20cm (hasta la barbilla).
Ideal para vestidos cortos de ceremonias civiles.
Es el velo que mejor les sienta a los vestidos de novia cortos. Tienen un estilo muy marcado, es un velo corto que solo cubre el rostro y tiene mucha personalidad.
Velo “hasta el codo”
Mide unos 70cm (hasta los codos).
Ideal para vestidos rectos o informales.
Su largo llega hasta el codo, de ahí su nombre. Lo ideal es utilizarlo para bodas civiles y con vestidos de corte recto o imperio, porque les aporta volumen.
Velo cascada
No tiene una medida concreta, aunque suele llegar hasta la cintura.
Ideal para vestidos tradicionales con poco volumen.
Este velo tiene mucho volumen y simula una cascada con su forma, cayendo por el rostro, donde es más corto, y hasta la cintura, alargándose por detrás. Este velo es muy común en vestidos con escotes abiertos, como el de palabra de honor o el escote corazón.
Velo “hasta los dedos”
Mide entre 80cm y 100cm (hasta el muslo).
Ideal para todos tipos de vestidos.
Llega hasta la altura de medio muslo, justo donde quedan los dedos de la mano con los brazos en reposo. Resulta especialmente favorecedor.
Velo vals
Mide entre 150cm y 170cm (casi hasta el tobillo).
Ideal para todos tipos de vestidos sin cola.
Este velo es un tipo de velo largo, aunque no llega a tocar el suelo, sino que tiene su corte a la altura del empeine. Se trata de un velo propio de ceremonias religiosas y que se adaptan a la perfección a los cabellos que van recogidos o a los peinados semirrecogidos con un tocado.
Velo capilla
Mide entre 200cm y 250cm (igual o un poquito más largo que el vestido).
Ideal para vestidos tradicionales y de cola barrida.
Es un velo largo que se termina con el vestido. Son los más escogidos por las novias porque son muy versátiles. Pueden lucirse en bodas religiosas o en bodas civiles, en zonas interiores o espacios exteriores y son muy cómodos.
Velo catedral
Mide más de 300cm (mucho más largo que el propio vestido).
Ideal para vestidos tradicionales y de cola larga.
Es el velo más largo que existe. Es más largo que el vestido, llegando a entrelazarse con la cola. Como su propio nombre indica, es el velo idóneo para celebraciones religiosas en catedrales.
El velo es un accesorio que da mucho estilo a la novia, sobre todo si sabe combinarlo bien con su estatura y la forma de su cara.
En general, a las novias altas les queda bien cualquier tipo de velo. Las novias de estatura media o baja deberían optar por un velo más bien corto y no demasiado tupido.
Además, siempre se recomienda elegir el velo según la forma de la cara. A las novias con caras ovaladas, les quedará bien cualquier tipo de velo. Con una cara alargada, es mejor evitar el volumen en la parte superior de la cabeza. Para las novias de rostro redondo, los velos medios que caen a ambos lados de la cara ayudarán a afinarla. Por el contrario, para los rostros de forma cuadrada y rectangular, los velos largos ayudan a afinar las facciones. En cambio, los rostros de forma triangular se ven favorecidos por velos cortos con diferentes capas que aportan volumen.
Sea cual sea el estilo, la talla o la longitud del vestido, las novias de hoy en día tienen mucho donde elegir en cuanto a velos de novia. De hecho, cada vez son más numerosos las marcas de vestidos de novia 2.0 que ofrecen una gama completa de velos para todos los estilos y todas las estaturas.